¿Por qué lloro? ¿Por qué escribo ? Me siento estúpido, me siento débil. ¿ Siempre han sido mis manos tan pequeñas ? ¿Mis dedos tan delgados ? ¿Mi corazón tan frágil ? Claro que sí, por eso lloro; hoy me ha tocado caer otra vez y nada me ha sujetado en la caída. Pero, ¿por qué escribo? Antes de acabar la pregunta sé la respuesta. La misma imagen una y otra vez: un cielo estrellado como nunca lo he visto. No existe ese cielo donde yo estoy. Da igual cuanto llore, nada enturbia la imagen que tengo de él. Veo tan claramente ese cielo que tiene que existir, estoy seguro, y quiero llegar a él.
Llorar me ayuda a saber qué me hizo daño, por qué vuelvo a estar tirado en el suelo cubierto de polvo y lágrimas, y qué camino tomaré la próxima vez.
Escribir me ayuda a recordar. Recordar por qué no es la primera vez que estoy aquí, pero sobre todo por qué no va a ser la última.
Me levanto y veo que el suelo está lleno de gente como yo. Algunos se levantan conmigo, otros no. Otros se rinden y se quedan, siempre farfullando:-"Desde el principio era imposible". Odio esa frase. El suelo está lleno de gente que es como yo, pero eso para mí no significada nada. El ser humano está hecho para adaptarse, para cambiar, por eso ya no lloro. Con todo lo que he escrito he recordado tantas cosas que no puedo hacerlo. Estoy de pie y me dirijo de nuevo a coger cualquier camino que aún no probara.
Escucho como la gente me dice que lo deje, que madure, que sea más normal, que sea realista. No me gusta el uso que hacen de la palabra realidad, es su escusa para no arriesgarse. Por eso subo solo aunque aveces me encuentro con amigos en el camino, cada uno buscando algo diferente pero todos, se podría decir, buscando llegar a la cima. Todos buscamos el cielo, aunque cada uno el suyo.
Hay quien se apena de mí porque voy en busca de algo que nadie ha encontrado y se cree imposible; yo me apeno de los que teniendo una vida para vivir, no la viven.
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